Cuando los intereses
no llamen a tu puerta,
es porque te has salvado...
Aún en el dolor que signifique tu soledad.
Cuando sepas que tienes,
por gracia de las circunstancias,
la suerte de un amigo
en la palma de tu mano
y no quieres cerrar el puño:
Sabrás que te has salvado...
Aun cuando aquel
que clemencia en tus manos imploró
te regale sus espaldas,
no sin antes escupir tu rostro.
Cuando toda religión
sepa desterrarte,
pues tú las has rechazado:
Otra vez te habrás salvado...
Aun cuando no puedas
hablar tu confusión
en un país enceguecido
Aun cuando sepas
que la responsabilidad
es del hombre y de nadie más.
Cuando tus sueños floten
en la exquisita
liviandad de tu ser
por saber que morir
es nuestro deber:
Estarás salvado...
Aun cuando la envidia llegue por la noche
y clave en la paz de tu pecho
el correcto homicidio
que representa el codiciado puñal...
Cuando suceda
lo que nadie quiere que suceda.
Cuando suceda, en fin,
lo que no debe suceder:
Pues entonces
te habrás salvado en vida...
Aun cuando al río
nadie lleve suspiros
que recuerden tus cenizas
Aun cuando nadie
haya entendido por qué
tú siempre has dicho NO.
viernes, 31 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario